A JESÚS CRUCIFICADO
Mírame, ¡oh mi amado y buen Jesús!, postrado en tu presencia, te ruego con el mayor fervor que imprimas en mi corazón los sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero dolor de mis pecados y propósito firmísimo de jamás ofenderte; mientras que yo, con gran amor y compasión, voy considerando tus cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de ti, oh Dios mío, el santo profeta David: Han taladrado mis manos y mis pies, y se pueden contar todos mis huesos.
Alma de Cristo santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a ti, para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL
Arcángel san Miguel, defiéndenos en la lucha;
sé nuestro amparo contra la maldad y las asechanzas del demonio.
Pedimos suplicantes que Dios lo mantenga bajo su imperio;
y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el poder divino
a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan por el mundo
tratando de perder a las almas. Amén.
ORACIÓN DEL PAPA CLEMENTE XI
Creo, Señor, haz que crea con más firmeza; espero, haz que espere con más confianza; me arrepiento, haz que tenga mayor dolor.
Te adoro como primer principio; te deseo como fin último; te alabo como bienhechor perpetuo; te invoco como defensor propicio.
Dirígeme con tu sabiduría, átame con tu justicia, consuélame con tu clemencia, protégeme con tu poder.
Te ofrezco, Señor, mis pensamientos, para que se dirijan a ti, mis palabras, para que hablen de ti; mis obras, para que sean tuyas; mis contrariedades, para que las lleve por ti.
Quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como lo quieres, quiero hasta que quieras.
Señor, te pido que ilumines mi entendimiento, inflames mi voluntad, limpies mi corazón, santifiques mi alma.
Que me aparte de mis pasadas iniquidades, rechace las tentaciones futuras, corrija las malas inclinaciones, practique las virtudes necesarias.
Concédeme, Dios de bondad, amor a ti, odio a mí, celo por el prójimo y desprecio a lo mundano.
Que sepa obedecer a los superiores, ayudar a los inferiores, aconsejar a los amigos y perdonar a los enemigos.
Que venza la sensualidad con la mortificación, la avaricia con la generosidad, la ira con la bondad, la tibieza con la piedad.
Hazme prudente ante los consejos, constante en los peligros, paciente en las contrariedades, humilde en la prosperidad.
Señor, hazme atento en la oración, sobrio en la comida, constante en el trabajo, firme en los propósitos.
Que procure tener inocencia interior, modestia exterior, conversación ejemplar y vida ordenada. Haz que esté atento a dominar mi naturaleza, a fomentar la gracia, servir a tu ley y a obtener tu salvación.
Que aprenda de ti qué poco es lo terreno, qué grande lo divino, qué breve el tiempo, qué durable lo eterno.
Concédeme preparar la muerte, temer el juicio, evitar el infierno y alcanzar el paraíso.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
ORACIÓN DE SAN FRANCISCO DE ASÍS
Señor, haced de mí un instrumento de vuestra paz:
Que donde haya odio, ponga yo amor;
que donde hay ofensa, ponga yo perdón;
que donde hay desesperación, ponga yo esperanza;
que donde hay tinieblas, ponga yo luz;
que donde hay tristeza, ponga yo alegría.
Haced Señor que no busque tanto ser consolado como consolar;
ser comprendido como comprender;
ser amado como amar.
Porque es cuando nos damos, que recibimos;
cuando nos olvidamos, que nos encontramos;
al perdonar, que obtenemos perdón;
y es que muriendo, que resucitamos a la vida eterna.
Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento, todo mi haber y poseer; Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno. Todo es vuestro, disponed de mí según vuestra voluntad, dadme vuestro amor y gracia, que esto me basta.
¡Oh feliz varón, bienaventurado José, a quien le fue concedido no sólo ver y oír al Dios a quien muchos reyes quisieron ver y no vieron, oír y no oyeron, sino también abrazarlo, besarlo, vestirlo y custodiarlo!
V. Ruega por nosotros, bienaventurado José.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oración: Oh Dios, que nos concediste el sacerdocio real; te pedimos que, así como san José mereció tratar y llevar en sus brazos con cariño a tu Hijo unigénito, nacido de la Virgen María, hagas que nosotros te sirvamos con corazón limpio y buenas obras, de modo que hoy recibamos dignamente el sacrosanto cuerpo y sangre de tu Hijo, y en la vida futura merezcamos alcanzar el premio eterno. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.
HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS
Cántico de los Tres Jóvenes
Ant: Cantemos el himno de los tres jóvenes, el que los santos cantaban en el horno encendido alabando al Señor (T.P. Aleluya).
1. Bendecid al Señor todas las obras del Señor; alabadle y ensalzadle por los siglos.
2. Bendecid cielos al Señor, bendecid al Señor ángeles del Señor.
3. Bendecid al Señor todas las aguas que hay sobre los cielos; bendiga todo poder al Señor.
4. Bendecid al Señor sol y luna; estrellas del cielo bendecid al Señor.
5. Bendecid al Señor toda la lluvia y el rocío; todos los vientos bendecid al Señor.
6. Bendecid al Señor fuego y calor; frío y calor bendecid al Señor.
7. Bendecid al Señor rocíos y escarchas; hielo y frío bendecid al Señor.
8. Bendecid al Señor, hielos y nieves: noches y días, bendecid al Señor.
9. Bendecid al Señor, luz y tinieblas: rayos y nubes, bendecid al Señor.
10. Bendiga la tierra al Señor: alábele y ensálcele por los siglos.
11. Bendecid al Señor, montes y collados: todas las cosas que germinan en la tierra, bendecid al Señor.
12. Bendecid al Señor, mares y ríos: fuentes, bendecid al Señor.
13. Bendecid al Señor, ballenas y todo lo que vive en el mar: todas las aves del cielo, bendecid al Señor.
14. Bendecid al Señor, todos los animales y ganados: bendecid, hijos de los hombres, al Señor.
15. Bendice, Israel al Señor: alabadle y ensalzadle por los siglos.
16. Bendecid al Señor, sacerdotes del Señor: Bendecid al Señor, siervos del Señor.
17. Bendecid al Señor, espíritus y almas de los justos: santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
18. Bendecid al Señor, Ananías, Azarías y Misael: alabadle y ensalzadle por los siglos.
19. Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo: alabémosle y ensalcémosle por los siglos.
20. Bendito eres en el firmamento del Cielo: y loable y glorioso por los siglos.
(No se dice Gloria...)
1. Alabad al Señor en su santuario: alabadle en su augusto firmamento.
2. Alabadle por sus grandes obras: alabadle por su inmensa majestad.
3. Alabadle al son de trompetas: alabadle con salterio y cítara.
4. Alabadle tañendo tímpanos y cantando a coro: alabadle con instrumentos de cuerda y voces de órgano.
5. Alabadle con címbalos resonantes: alabadle con címbalos de alegría: todo ser que vive alabe al Señor.
Gloria al Padre...
Ant. Cantemos el himno de los tres jóvenes, el que los santos cantaban en el horno encendido alabando al Señor. (T.P. Aleluya).
Señor ten piedad. Cristo ten piedad. Señor ten piedad.
Padre nuestro...
V. Y no nos dejes caer en la tentación.
R. Mas líbranos del mal.
V. Que te alaben, Señor, todas tus obras.
R. Y que tus santos te bendigan.
V. Se regocijarán los santos en la gloria.
R. Se alegrarán en sus mansiones.
V. No a nosotros, Señor, no a nosotros.
R. Sino a tu nombre da la gloria.
V. Señor, escucha mi oración.
R. Y llegue a ti mi clamor.
Oremos.
Oh Dios, que mitigaste las llamas del fuego a los tres jóvenes, concédenos benignamente a tus siervos que no nos abrase la llama de los vicios. Te rogamos, Señor, que prevengas nuestras acciones con tu inspiración y que las acompañes con tu ayuda, para que toda nuestra oración y trabajo en Ti siempre comience, y por Ti concluya.. Danos, Señor, poder apagar las llamas de nuestros vicios, Tú que le concediste a san Lorenzo vencer el fuego que le atormentaba. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
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